Esther del Olmo Galicia, encajes con pasión 



 “Soy Esther del Olmo Galicia y nací­ en un pequeño pueblo de Valladolid, Salvador de Zapardiel. En el pueblo no vi a nadie hacer encaje de bolillos pero desde niña me gustaban todos los tipos de labores. Hace 23 años vine a vivir a Alcorcon, Madrid.


¿Desde cuándo haces bolillos? 


Hace 7 años me quedé sin trabajo, lo pasé bastante mal y busqué en los bolillos la mejor terapia que podía tener. Nunca pensé que me aficionaría tanto a este maravilloso mundo de los encajes, tengo una gran maestra de los bolillos, la cual me quedaba maravillada cada día que acudía a clase.



¿Qué es para ti los bolillos? 

Paz, relajación, siempre intento sacar un hueco para ponerme a realizar la labor.

Ahora que he vuelto a trabajar, no tengo tanto tiempo para los bolillos como me gustaría, pero siempre intento sacar un pequeño hueco.


¿Cuál es la técnica o el encaje que más te gusta? 

No sabría elegir una sola técnica, me gustan todas, pero sobre todo la que es con hilos finos.

Las técnicas que conozco son: torchón, guipour, austriaco, tonder, hinojosa, milanes, cantú, ruso, ret fi catalán.

Por otro lado, tengo muchísimas ganas de aprender encaje de duquesa.


¿Cuál es el trabajo más bonito que has realizado o más gratificante? 

La verdad es que gratificantes son todos mis trabajos a medida que los voy realizando.

El trabajo que más me gusta y más he disfrutado haciendo es una toalla de guipures.


¿Qué trabajo estás realizando ahora? 

Tengo varias labores comenzadas, entre ellas un abanico de cinta, un chal de cantú.


¿El confinamiento ha hecho que dispongas de mayor tiempo con los encajes? 

No tuve tanto tiempo libre como hubiese deseado, ya que tenía que ir a trabajar, cuidar de mi madre de 89 años…Además me costaba concentrarme ya que tenía verdadero miedo al Covid-19 y lo pasaba mal ya que no quería meterlo en casa.

Sí­ hice pequeños detalles para evadir esos pensamientos negativos hacia la pandemia.


¿Alguna anécdota para contar? 

Destacar que el mundo de los bolillos me apasiona, que he formado otra gran familia, que he conocido gente maravillosa, incluso que soy mejor persona, ya que sin pensarlo ayudo a las personas que recurren a mí, y les puedo enseñar lo poquito que sé.

Me siento muy satisfecha y querida en esta gran familia y de este maravilloso mundo que son los encajes, pero aún me queda mucho que aprender



Que bonito el saber que los bolillos pueden ayudarnos tanto en épocas que pueden se puntualmente difíciles, gracias Esther por compartir estas maravillas que realizas y permitirnos conocerte un poco más, que disfruten del día y que sigan cantando esos bolillos. 















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